2020-07-01 / OPINIÓN / Clara Villareal

La vida se trata de tomar decisiones.
Lo tomas o lo dejas, existe la gran pregunta si la toma de decisiones en nuestra vida se realiza con el corazón o con el cerebro. Cada uno trabaja de manera diferente y nos genera resultados distintos.

La Universidad de Michigan realizó un estudio en 2018 sobre la toma de decisiones, los resultados arrojaron que las personas podemos tomar las mejores decisiones de manera objetiva cuando las hacemos para alguien más, pero al querer tomar decisiones para nosotros mismos o nuestra vida, nos volvemos emocionales y perdemos la perspectiva y por ende la objetividad, lo que nos vuelve vulnerables.

La sabiduría de nuestros antepasados nos ha enseñado a tomarlos caminos con el menor riesgo posible, buscar la estabilidad y evitar cualquier acción que provoque una reacción negativa.

La situación de pandemia por la cual atraviesa nuestro planeta nos ha traído una gran lección de vida, aprendimos a valorar nuestra salud, la familia, el trabajo, la comida y la libertad.

El impacto que tienen nuestras decisiones el día de hoy puede poner en riesgo a nuestros seres queridos, es por ello que aprendimos una nueva forma de amar, a distancia, a visitarnos a través de una pantalla y a olvidarnos de la cercanía del tacto, de ese roce que nos hace vibrar al tocar a otro ser humano.

La decisión absoluta al exponernos al exterior y no cuidar de nosotros para cuidar a los demás puede ser fatal, por ello es de admirar a cada uno de los trabajadores de la salud y de otras ramas esenciales, que día a día deben tomar la decisión de salir de casa, dejar a sus familias y tomar el riesgo para ayudar a los demás.

Sin embrago el ser humano es emocional y la adversidad siempre existirá, pero es de nosotros tomar las mejores decisiones de nuestro entorno y con ello elevarnos a una transformación positiva de vida, generando mejores seres humanos, responsables y con valores que nos provoquen a ser creadores de pensamientos y conversaciones positivas.

No es malo ser emocional, al contrario, nos recuerda la sensibilidad y belleza del ser humano,
vuélvete emocional y toma las mejores decisiones cuando se trate de hablar con el corazón, cuando se trate de tomar riesgos y realizar inversiones hazlo con el cerebro.

Las elecciones que tomamos cada día son una grande oportunidad para celebrar lo especial que es el ser humano. No tengas miedo de tomar la mejor decisión de tu vida.
 
Twitter @claravillarreal

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