2021-11-02 / CULTURA /

Cempasúchil es la flor del día de muertos, también es conocida como la flor de los 20 pétalos.

Se dice que nuestros familiares utilizan su aroma como guía para regresar al mundo de los vivos, de esta manera podrán convivir con nosotros, es por esta razón que es indispensable en las ofrendas. El color que tiene también era asociado con el sol, se creía que la flor atrapaba sus rayos luminosos lo que hacen sentir paz y calidez a nuestros difuntos en camino.

Aunque también hay una leyenda muy hablada en estas fechas, acerca del origen de esta hermosa flor. Trata de un amor juvenil que la desgracia invadió.

La niña Xochitl y el niño Huitzilin. Ambos se amaban desde la infancia hasta la juventud donde no pudieron contener más su amor, así que decidieron subir una colina tan alta, donde sabían que ahí moraba el Dios del Sol, Tonatiuh.

Le rogaron a Tonatiuh que los dejara amarse, este los vio tan enamorados que les dio su bendición para casarse. Pasaron sus días juntos hasta que Huitzilin fue llamado a la batalla para defender su pueblo, donde desgraciadamente falleció.

Al poco tiempo Xochitl, desconsolada, le rogó al Dios que la dejara estar con el amor de su vida. Tonatiuh sintió tanta pena por ella que decidió convertirla en una flor, pero esta jamás se abrió.

En vísperas de Noviembre un colibrí, atraído por el aroma se posó sobre el Cempasúchil. La flor se abrió mostrando sus 20 pétalos, por fin los amantes se habían encontrado. La leyenda dice que mientras haya cempasúchil en los huertos y colibríes sobre ellas el amor de estos jóvenes perdurara para la eternidad.

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